El Apalpador nació en Courel. Era un pastor que durante el año fabricaba carbón, recogía frutos silvestres, recolectaba miel, cazaba jabalíes y hacía aparecer de las ramas de los árboles los juguetes que estas escondían.

Bajaba todos los años al pueblo para vender sus productos pero vio que había niños que pasaban mucha hambre y decidió buscar una solución.

Desde ese momento, en Navidad, el Apalpador entra en las casas para palpar el vientre de los niños y ver si han comido bien durante el año dejando un montón de castañas y de vez en cuando algún regalito, deseando un año lleno de felicidad y comida.